DISPARATE parte 3.
Parte 1 y Parte 2
...
Luego de eso la correa volaría, el pantalón bajaría de alguna forma no natural hasta las rodillas y esa mano se posaría en el monte de venus, con más ansiedad que calma pues las puertas de Petra detrás del moño invitaban a ser abiertas, con el primoroso olor a humedad sexual como bandera, por supuesto serían abiertas y los invitados entrarían galantes, primero el corazón, y ella se retorcería ante esa primera visita, luego el anular que se movería al unísono con el primero acompañados de caricias en su cuello y sus manos apretando el cabello de su hombre…
-Llegamos señorita.-La voz hosca del taxista interrumpió sus pensamientos, debía haberla llamado por lo menos 3 veces pues se mostraba irritado.
Ruborizada descendió del vehículo, en diez minutos llegaría su amante, su amigo y si todo salía bien después de esa noche, su pareja.
Esperó impacientemente, aún con la sonrisa de la imaginación impresa en su rostro. Diez, veinte, treinta, los minutos corrían y él no llegaba, la sonrisa se había borrado, pero sus ojos guardaban esperanza. Cuarenta, cincuenta, la lluvia, una hora.
-¡No más!-Se obligó a entender.
De la mujer hermosa que había salido de casa dos horas antes, sólo quedaba un amasijo de ropas chorreantes de agua y lágrimas, se embarcó en un taxi, primero ella, luego su decepción y por último su infinita tristeza.
A mitad del camino de vuelta su teléfono sonó, era él, aquel nombre en la pantalla era una puñalada con un hierro caliente en el pecho.
El teléfono sonó y sonó…
JUANFER
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